Operación Paloma en Palestina - 2022
Los voluntarios de Operazione Colomba, el cuerpo de paz no violento de la Comunità Papa Giovanni XXIII, están presentes en el pueblo palestino de At-Tuwani desde 2004. Su presencia es necesaria porque todos los días vigilan la escolta militar israelí que acompaña a los niños palestinos en un recorrido de 3 km hasta la escuela, además de denunciar las violaciones de los Derechos Humanos que con demasiada frecuencia se producen en esos lugares. Apoyar a nuestros voluntarios para garantizar la seguridad de los niños y las familias de ese lugar.
Desde 2004, voluntarios de la Operación Paloma viven en el pueblo palestino de At-Tuwani, en las colinas al sur de Hebrón.
En la zona C, bajo control civil y militar israelí, la vida de los palestinos se enfrenta a continuas injusticias: demoliciones, detenciones injustificadas, redadas militares y ataques de colonos y soldados marcan el día a día de las familias de la zona y de toda Palestina.
La presencia de los voluntarios es necesaria: vigilan la escolta militar israelí que acompaña diariamente a los niños palestinos de los pueblos de Tuba y Maghayir al Abeed a la escuela de At-Tuwani; acompañan a los agricultores y pastores en sus tierras cercanas a los asentamientos y puestos avanzados; vigilan y denuncian los continuos controles, detenciones, entrenamientos militares y demoliciones que tienen lugar en la zona. Las denuncias de violaciones de derechos humanos son posibles gracias a la documentación continua (fotos y vídeos). Viviendo en el interior de la aldea, los voluntarios comparten con las familias los riesgos, las dificultades, pero también los momentos felices de cada día, implicándose en su vida cotidiana.
En los últimos años, la presencia de nuevos grupos de jóvenes activistas palestinos ha permitido a los voluntarios de la Operación Paloma aligerar su presencia en las colinas al sur de Hebrón para llevar su apoyo también a otras zonas, en particular al norte de Jericó, en el valle del Jordán. También aquí, entrando en la vida cotidiana de las familias, los voluntarios empezaron a acompañar a los pastores de la zona.
A pesar de la pandemia de Covid-19, los voluntarios siguieron compartiendo la vida cotidiana con los palestinos, incluso a través de métodos alternativos. Las violaciones, debido a la menor presencia de voluntarios internacionales, han aumentado, tanto por parte de colonos como de soldados. La esperanza de una presencia fuerte y estable proviene de las palabras de los palestinos, que saludan a los voluntarios con un caluroso "Ahlan wa sahlan", bienvenidos, o mejor dicho, bienvenidos a casa, en cada oportunidad. Por eso es importante tu ayuda, para seguir proporcionando seguridad y protección a estas familias.
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Desde 2004, voluntarios de la Operación Paloma viven en el pueblo palestino de At-Tuwani, en las colinas al sur de Hebrón.
En la zona C, bajo control civil y militar israelí, la vida de los palestinos se enfrenta a continuas injusticias: demoliciones, detenciones injustificadas, redadas militares y ataques de colonos y soldados marcan el día a día de las familias de la zona y de toda Palestina.
La presencia de los voluntarios es necesaria: vigilan la escolta militar israelí que acompaña diariamente a los niños palestinos de los pueblos de Tuba y Maghayir al Abeed a la escuela de At-Tuwani; acompañan a los agricultores y pastores en sus tierras cercanas a los asentamientos y puestos avanzados; vigilan y denuncian los continuos controles, detenciones, entrenamientos militares y demoliciones que tienen lugar en la zona. Las denuncias de violaciones de derechos humanos son posibles gracias a la documentación continua (fotos y vídeos). Viviendo en el interior de la aldea, los voluntarios comparten con las familias los riesgos, las dificultades, pero también los momentos felices de cada día, implicándose en su vida cotidiana.
En los últimos años, la presencia de nuevos grupos de jóvenes activistas palestinos ha permitido a los voluntarios de la Operación Paloma aligerar su presencia en las colinas al sur de Hebrón para llevar su apoyo también a otras zonas, en particular al norte de Jericó, en el valle del Jordán. También aquí, entrando en la vida cotidiana de las familias, los voluntarios empezaron a acompañar a los pastores de la zona.
A pesar de la pandemia de Covid-19, los voluntarios siguieron compartiendo la vida cotidiana con los palestinos, incluso a través de métodos alternativos. Las violaciones, debido a la menor presencia de voluntarios internacionales, han aumentado, tanto por parte de colonos como de soldados. La esperanza de una presencia fuerte y estable proviene de las palabras de los palestinos, que saludan a los voluntarios con un caluroso "Ahlan wa sahlan", bienvenidos, o mejor dicho, bienvenidos a casa, en cada oportunidad. Por eso es importante tu ayuda, para seguir proporcionando seguridad y protección a estas familias.
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