Un autobús para ser la voz de los últimos
En Camerún, la Comunidad Papa Juan XXIII, gracias al proyecto "No más menores en prisión", previene el encarcelamiento de menores y promueve la reinserción de los presos mediante la formación y la reinserción social. Los voluntarios trabajan en prisiones, juzgados y ayudan a las familias de los presos y a los niños que viven en la calle. Para llevar a cabo estas actividades en un entorno difícil, con carreteras en mal estado y un transporte ineficaz, se necesita un vehículo adecuado. El coste es elevado: 30.000 euros. ¡Ayudémosles a alcanzar su objetivo!
La Comunidad Papa Juan XXIII está presente en Camerún con el proyecto "No más menores en prisión" desde 2014, con el objetivo de prevenir el encarcelamiento de niños y jóvenes y disminuir la tasa de reincidencia de los reclusos, siguiéndoles en itinerarios de reeducación y reinserción socioprofesional.
Este camino se realiza gracias a la presencia de numerosos voluntarios que, bajo la supervisión del responsable del proyecto, están todo el tiempo al lado de estas personas:
- En cinco prisiones de la región, sientan las bases de un nuevo itinerario de vida a través de momentos de encuentro y confrontación;
- Acuden a los juzgados, donde su presencia es esencial para intentar conseguir penas alternativas a la prisión y garantizar el respeto de los derechos humanos fundamentales;
- Se reúnen con las familias de los presos y emprenden con ellas un camino de mediación y reconciliación, fundamental en el momento de la puesta en libertad;
- Llevan a cabo acciones preventivas mediante el encuentro y el apoyo a niños y jóvenes que viven en la calle, a los que proporcionan artículos de primera necesidad y con los que intentan establecer una relación de confianza: el objetivo es darles la oportunidad de iniciar un camino en los hogares de la Comunidad, donde tendrán la oportunidad de comer, dormir, estudiar y aprender un oficio.
Todas estas actividades requieren puntualidad y muchos desplazamientos, pero para llevarlas a cabo es esencial disponer de un transporte adecuado: en Camerún las carreteras están llenas de baches y raramente asfaltadas y cuando llueve se convierten en auténticos ríos de barro. El transporte público es poco fiable e ineficaz, y realizar incluso las tareas cotidianas más sencillas lleva mucho tiempo y consume mucha energía. Además, en los entornos rurales más remotos, resulta casi imposible llegar a las familias con las que hay que establecer una relación de confianza y cooperación.
Disponer de un vehículo seguro es indispensable para seguir siendo la voz de estas personas. Desgraciadamente, el coste de un minibús es muy elevado y, a pesar de la ayuda recibida de muchas personas, todavía nos faltan 30.000 para poder comprar un nuevo vehículo.
Ayúdanos ahora con un donativo. O multiplica tu aportación creando tu propia recaudación de fondos personal para compartirla con tus amigos y familiares. ¡La red se expande y juntos alcanzamos la meta! Ayuda a nuestros voluntarios a disponer de un vehículo adecuado para atender a las personas más vulnerables. Venga, ¿te apuntas?
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La Comunidad Papa Juan XXIII está presente en Camerún con el proyecto "No más menores en prisión" desde 2014, con el objetivo de prevenir el encarcelamiento de niños y jóvenes y disminuir la tasa de reincidencia de los reclusos, siguiéndoles en itinerarios de reeducación y reinserción socioprofesional.
Este camino se realiza gracias a la presencia de numerosos voluntarios que, bajo la supervisión del responsable del proyecto, están todo el tiempo al lado de estas personas:
- En cinco prisiones de la región, sientan las bases de un nuevo itinerario de vida a través de momentos de encuentro y confrontación;
- Acuden a los juzgados, donde su presencia es esencial para intentar conseguir penas alternativas a la prisión y garantizar el respeto de los derechos humanos fundamentales;
- Se reúnen con las familias de los presos y emprenden con ellas un camino de mediación y reconciliación, fundamental en el momento de la puesta en libertad;
- Llevan a cabo acciones preventivas mediante el encuentro y el apoyo a niños y jóvenes que viven en la calle, a los que proporcionan artículos de primera necesidad y con los que intentan establecer una relación de confianza: el objetivo es darles la oportunidad de iniciar un camino en los hogares de la Comunidad, donde tendrán la oportunidad de comer, dormir, estudiar y aprender un oficio.
Todas estas actividades requieren puntualidad y muchos desplazamientos, pero para llevarlas a cabo es esencial disponer de un transporte adecuado: en Camerún las carreteras están llenas de baches y raramente asfaltadas y cuando llueve se convierten en auténticos ríos de barro. El transporte público es poco fiable e ineficaz, y realizar incluso las tareas cotidianas más sencillas lleva mucho tiempo y consume mucha energía. Además, en los entornos rurales más remotos, resulta casi imposible llegar a las familias con las que hay que establecer una relación de confianza y cooperación.
Disponer de un vehículo seguro es indispensable para seguir siendo la voz de estas personas. Desgraciadamente, el coste de un minibús es muy elevado y, a pesar de la ayuda recibida de muchas personas, todavía nos faltan 30.000 para poder comprar un nuevo vehículo.
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Recaudación de fondos para el proyecto
Un medio para difundir la justicia
Recaudación de fondos por Carlotta Alba Pellegrini
213 €
21%
1.000 €
12 Donaciones
