Juntos por las familias sirias
Hemos visto nacer, morir, marcharse, esperar y llorar a tantos sirios. Todavía no hemos visto que se rindan. Y nosotros tampoco, porque podemos ponerlos a salvo.
Ahora podemos poner a salvo a dos familias sirias. ¿Quieres ayudarnos?
Cada mes, durante los últimos cinco días, se abre una ventana al futuro. En esos días, un avión procedente del Líbano puede aterrizar en Fiumicino. En ese avión puede haber dos familias sirias que conocemos desde hace años: madres, padres, hijos, ancianos que escaparon de las bombas que cayeron sobre sus casas y que desde hace años se ven obligados a vivir en un campo de refugiados en la frontera entre Líbano y Siria.
Estas dos familias están listas para salir y ya hemos encontrado dos casas para ellos, pero no es suficiente, necesitamos encontrar los recursos económicos para su mantenimiento: necesitamos 1.500€ al mes para que estas madres, padres e hijos puedan integrarse, encontrar un trabajo y reencontrar su vida. Al menos hasta que la guerra termine y no puedan volver a casa. Como ellos, muchas otras familias esperan ese momento. Los últimos 5 días de cada mes podemos salvarlos, podemos subirlos a ese avión y sacarlos de ese lugar de pobreza y miseria. Esto sólo puede ocurrir si contamos con los recursos necesarios, sólo si tú también decides ayudarles.
Desde 2013 vivimos con ellos, como ellos. Sinembargo, deberían ser ellos los que vivieran como nosotros: un hogar seguro, en un lugar donde las condiciones higiénicas no pongan en peligro la vida de sus hijos, donde los niños puedan jugar sin tener que huir de los militares entre las tiendas del campamento. Hemos visto a muchos sirios nacer, morir, marcharse, esperar, llorar e indignarse, pero nunca rendirse. Tampoco podemos rendirnos porque podemos ponerlos a salvo. Sólo necesitamos tu ayuda.
Comparte
Ahora podemos poner a salvo a dos familias sirias. ¿Quieres ayudarnos?
Cada mes, durante los últimos cinco días, se abre una ventana al futuro. En esos días, un avión procedente del Líbano puede aterrizar en Fiumicino. En ese avión puede haber dos familias sirias que conocemos desde hace años: madres, padres, hijos, ancianos que escaparon de las bombas que cayeron sobre sus casas y que desde hace años se ven obligados a vivir en un campo de refugiados en la frontera entre Líbano y Siria.
Estas dos familias están listas para salir y ya hemos encontrado dos casas para ellos, pero no es suficiente, necesitamos encontrar los recursos económicos para su mantenimiento: necesitamos 1.500€ al mes para que estas madres, padres e hijos puedan integrarse, encontrar un trabajo y reencontrar su vida. Al menos hasta que la guerra termine y no puedan volver a casa. Como ellos, muchas otras familias esperan ese momento. Los últimos 5 días de cada mes podemos salvarlos, podemos subirlos a ese avión y sacarlos de ese lugar de pobreza y miseria. Esto sólo puede ocurrir si contamos con los recursos necesarios, sólo si tú también decides ayudarles.
Desde 2013 vivimos con ellos, como ellos. Sinembargo, deberían ser ellos los que vivieran como nosotros: un hogar seguro, en un lugar donde las condiciones higiénicas no pongan en peligro la vida de sus hijos, donde los niños puedan jugar sin tener que huir de los militares entre las tiendas del campamento. Hemos visto a muchos sirios nacer, morir, marcharse, esperar, llorar e indignarse, pero nunca rendirse. Tampoco podemos rendirnos porque podemos ponerlos a salvo. Sólo necesitamos tu ayuda.
Comparte