A lo largo de las fronteras de Europa se desarrolla la tragedia de miles de refugiados que huyen de la emergencia, la persecución y la guerra, y de la falta total de futuro.
Llaman a nuestra puerta pidiendo dignidad y derechos, pero Europa ha optado por cerrarse en banda, dispuesta a violar las leyes europeas sobre asilo y ayuda humanitaria, desplegar el ejército y rechazar a los refugiados.
Miles de personas, por ejemplo, están actualmente varadas a lo largo de la frontera entre Bielorrusia y Polonia, obligadas a sobrevivir en el bosque a cero grados, desafiando la nieve y la lluvia y, a menudo, enfrentándose a la muerte.
Para evitar todo esto, los voluntarios de la Operación Paloma están presentes a lo largo de las fronteras de los países afectados por las rutas migratorias con acciones de vigilancia.
Los voluntarios aportan ayuda y apoyo a estas personas solas y abandonadas, pero sobre todo aportan su voz y su determinación para denunciar esta situación. Sólo compartiendo, con solidaridad y humanidad es posible cambiar las cosas.
Apoya, en este momento de emergencia, su presencia en estas zonas fronterizas. Conviértete con ellos en guardianes de la esperanza.