Las historias de los últimos habitantes de las calles de Rimini
Recaudación de fondos por Nicolò e Giada
Laspersonas que encuentro cada día en las calles de Rímini -junto con los voluntarios de la Comunità Papa Giovanni XXIII- tienen historias particulares: como la de Hin, un niño chino con varias enfermedades, abandonado en el hospital por su familia porque lo consideraban una carga, ya que no podía trabajar. Solo y sin nadie, ¿a dónde podría haber ido? Nos lo llevamos a casa y ahora vive en nuestra cabaña de Belén. Le damos todos los cuidados que necesita, estamos cerca de él y sabe que puede contar con nosotros.
Como él, muchas personas han acabado en la calle como consecuencia de la pandemia -por falta de contactos o de trabajo- y tratamos de mantenerlas con nosotros el mayor tiempo posible, para que puedan permanecer en un lugar seguro, lejos de los riesgos del virus. Pero son muchos y no podemos acogerlos a todos, así que seguimos ayudándolos durante la semana cuando salimos a la calle. Les llevamos comida, artículos de confort y charlamos con ellos. Intentamos satisfacer sus necesidades, pero nos gustaría hacer aún más.
Necesitamos tu ayuda: apoya la campaña "Una comida al día" de la Comunidad Papa Juan XXIII y dona una comida a quienes más lo necesitan en Rímini y en toda Italia. Su contribución es importante para nosotros y para ellos.
Gracias.