El derecho a crecer en un entorno afectuoso
Recaudación de fondos por Ester Ghiozzi
Hola, soy Ester,
conozco la Comunidad Papa Juan XXIII desde hace muchos años y he conocido a muchos niños que han renacido gracias al amor y los cuidados de las familias de esta asociación, algunos que se han convertido en adultos y, a su vez, en distribuidores de cariño.
Hace algunos años participé en campamentos de convivencia en Rumanía, durante muchos veranos pasé algunas semanas en Bucarest haciendo animación en un instituto para menores con discapacidad. Uno de esos lugares que, sobre todo cuando tienes veinte años, piensas que no pueden existir, donde la situación de desatención relacional y afectiva (las necesidades primarias estaban cubiertas) había comprometido tanto el crecimiento de los niños y jóvenes que pasaban el tiempo autoconsolándose, meciéndose y demás estereotipos. Todas las demás capacidades estaban casi comprometidas y, con muchos, era casi imposible relacionarse, simplemente no tenían el abc necesario para interactuar con otro ser humano.
Esto daba crédito a los estudios universitarios de psicología del desarrollo, según los cuales un niño necesita recibir atención y consideración, ser querido, comprendido y poder expresar sus necesidades físicas y emocionales al adulto que, a su vez, debe ser capaz de reconocerlas, responder a ellas y satisfacerlas para crecer en armonía.
Por eso os pido vuestra ayuda para apoyar el proyecto "Portami a casa" -destinado a los niños con discapacidad- que la Comunidad ha puesto en marcha también en Lombardía, para garantizar el derecho de todo niño a ser acogido por una familia, para que pueda crecer con amor.
¡Gracias de inmediato por cada contribución -aunque sea el valor de una pizza- y por compartir!
Ester