Un regalo de Navidad que llega hasta Brasil
Somos Yara y Valentina, voluntarias de la Comunidad del Papa Juan XXIII en Brasil.
Gracias a esta extraordinaria experiencia, tenemos el privilegio de trabajar con niños y adolescentes que se enfrentan cada día a difíciles retos, a menudo amenazados por la peligrosa vorágine del tráfico de drogas y la explotación infantil. Los centros comunitarios que acogen a estos niños son un refugio de esperanza porque ofrecen apoyo escolar, formación profesional y momentos de alegría a través del juego y las actividades recreativas.
Lanzamos esta recaudación de fondos porque queremos compartir con vosotros un pequeño deseo que tiene un gran significado para los corazones de los niños a nuestro cargo. Nuestros queridos futbolines, que han sido una fuente de diversión, aprendizaje y amistad para ellos, estaban muy viejos y desgraciadamente se rompieron. Para muchos de estos niños, el futbolín representa algo más que un juego: es un símbolo de trabajo en equipo, unidad y un poco de normalidad en un mundo a menudo difícil.
Con tu ayuda, nos gustaría hacer realidad el sueño de sustituir el viejo futbolín por dos nuevos. No se trata sólo de un gesto material, sino de una inversión en el futuro de estos chicos. El resto de los donativos recaudados se destinará a la compra de otro material útil para el centro, como pinturas, cuadernos, material de papelería y juguetes educativos. A través del juego, los niños aprenden, trabajan juntos y crean vínculos significativos que les ayudarán a superar los retos que la vida les depare.
Esta Navidad, les pedimos que abran sus corazones y compartan la alegría con estos niños reservándoles un pequeño regalo . Toda contribución, grande o pequeña, es preciosa.
Gracias de todo corazón,
Yara y Valentina
1.500 €
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Somos Yara y Valentina, voluntarias de la Comunidad del Papa Juan XXIII en Brasil.
Gracias a esta extraordinaria experiencia, tenemos el privilegio de trabajar con niños y adolescentes que se enfrentan cada día a difíciles retos, a menudo amenazados por la peligrosa vorágine del tráfico de drogas y la explotación infantil. Los centros comunitarios que acogen a estos niños son un refugio de esperanza porque ofrecen apoyo escolar, formación profesional y momentos de alegría a través del juego y las actividades recreativas.
Lanzamos esta recaudación de fondos porque queremos compartir con vosotros un pequeño deseo que tiene un gran significado para los corazones de los niños a nuestro cargo. Nuestros queridos futbolines, que han sido una fuente de diversión, aprendizaje y amistad para ellos, estaban muy viejos y desgraciadamente se rompieron. Para muchos de estos niños, el futbolín representa algo más que un juego: es un símbolo de trabajo en equipo, unidad y un poco de normalidad en un mundo a menudo difícil.
Con tu ayuda, nos gustaría hacer realidad el sueño de sustituir el viejo futbolín por dos nuevos. No se trata sólo de un gesto material, sino de una inversión en el futuro de estos chicos. El resto de los donativos recaudados se destinará a la compra de otro material útil para el centro, como pinturas, cuadernos, material de papelería y juguetes educativos. A través del juego, los niños aprenden, trabajan juntos y crean vínculos significativos que les ayudarán a superar los retos que la vida les depare.
Esta Navidad, les pedimos que abran sus corazones y compartan la alegría con estos niños reservándoles un pequeño regalo . Toda contribución, grande o pequeña, es preciosa.
Gracias de todo corazón,
Yara y Valentina
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