Entre una misión y un atasco... ¿nos das un empujón?
Recaudación de fondos por Mariaserena Bonazzi Del Poggetto
Nuestros días están llenos de encuentros, risas, trabajo duro y alegrías inesperadas... en una palabra, ¡llenos de COMPARTIR!
Porque esto es lo que, ante todo, intentamos hacer cada día con las personas que viven en la casa con nosotros y con las que encontramos fuera: ¡ESTAR AHÍ! Estar ahí y permanecer cerca, a pesar del cansancio y, a veces, de la rabia, a pesar de la sensación de impotencia que a menudo sentimos ante tantas situaciones. Estar cerca de los que llaman a la puerta de nuestras casas o de los que encontramos en la calle por la tarde, estar cerca de los niños y jóvenes encerrados en instituciones o que pasan sus días en la calle, estar cerca de las personas que, de diferentes maneras, el Señor nos hace encontrar cada día.
En estos meses en Bucarest creo que me he visto obligado a aprender a dejarme sorprender. Yo, que tiendo siempre a planificarlo todo, me encuentro con que mis planes cambian continuamente y aprendo (con más o menos docilidad) a mantener una puerta abierta (o incluso una puerta principal, a veces) a lo imprevisto, al asombro, y a confiar en quienes, de forma más o menos visible, están a mi lado. Una apertura a lo inesperado que no nos sienta y nos llama a poner en el centro lo que realmente importa.
Y ahora os escribo para pediros una mano porque aquí en Bucarest estamos siempre en movimiento y necesitamos un medio ágil para poder continuar con todas estas actividades. Hasta la fecha, sólo disponemos de un minibús y, con el tráfico que hay en Bucarest, es todo un reto desplazarse por la ciudad en un vehículo de nueve plazas. Por eso estamos intentando recaudar fondos para poder comprar un coche y continuar con esta misión dinámica y llena de vida.
¿Nos ayudarías tú también?
Gracias por cualquier ayuda que puedas prestarnos, ¡incluso un pequeño donativo es precioso!