Recaudación de fondos por Franz (Beppe)

Aquí, en la cadena de Lagorai, en Trentino, "es una Palestina" en dialecto significa un lugar realmente fértil, fantástico. Al ir allí descubrí que realmente es así. Una tierra mágica con la que los campesinos y pastores tienen un vínculo tan fuerte, que de ella sacan fuerzas para un asombroso deseo de vivir en paz entre colinas ilimitadas en las que todo puede florecer. A veces me sentía como si viviera en un belén, lástima que sea un belén ocupado. Desde hace mucho tiempo, sólo el cielo estrellado permanece sin fronteras. Con la ocupación, la vida cotidiana de estas familias se compone de demoliciones de casas y aldeas, detenciones y violentos ataques de soldados y colonos, armados con ametralladoras y barras de hierro, incluso a los niños, a los que a menudo se impide ir a la escuela si tienen que pasar por asentamientos o puestos avanzados para llegar a ella.

Los voluntarios de Operazione Colomba, el Cuerpo de Paz Noviolento de la Comunidad Papa Juan XXIII, llevan más de veinte años trabajando junto a estos niños, agricultores y pastores para tratar de mitigar y denunciar la violencia que han sufrido, acompañándoles en sus tierras, al trabajo o a la escuela, sin dejar de producir documentación de los abusos, con fotos y vídeos, en las colinas al sur de Al Khalil/Hebrón y particularmente en la aldea de At-Tuwani.

El trabajo de interposición no violenta, cuya continuidad es esencial, y os pido que contribuyáis en la medida de vuestras posibilidades. Recientemente, la situación ha empeorado aún más: los colonos han sido legitimados para utilizar las armas que han recibido y, en una oleada de violencia extrema, actúan en un clima de gran impunidad, para el que la presencia internacional es la última garantía de algún tipo de seguridad para defender a quienes simplemente quieren vivir en su tierra.

Por eso es necesario apoyar la resistencia no violenta de la Juventud de Sumud y de la población palestina. SUMUD. Palabra árabe que significa perseverancia, firmeza en una vida de resistencia no violenta, pero activa, viva, vital. Un valor individual y colectivo que genera fraternidad contagiosa y que se nutre de paciencia y de una vida anclada a la tierra, como las vides y los olivos de raíces profundas, que vuelven a crecer a pesar de haber sido talados varias veces por los colonos, y perseveran en su voluntad de vivir. Existen para resistir.

Por lo tanto, estar con ellos significa rechazar las prácticas de confinamiento que humillan, mortifican, dividen los mundos ricos y pobres, crean deportaciones y condiciones de precariedad radical. Estar con los que quieren emanciparse de todo esto nos ayuda a tener fe en que es posible cambiar este destino.

Gracias.

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