CEC. El hombre no es su error
Al no contar con aportaciones de entidades públicas o privadas necesitamos la ayuda de personas que, como tú, no pierden la fe en el hombre.
Ira, resentimiento, rencor... ¿se pueden recuperar estos efectos devastadores del sistema carcelario hecho de muros, puertas, llaves y mucha soledad, abandono y desesperación? ¿Puede este sistema corregir, educar y rehabilitar a quienes han sufrido violencia o fracasos en la vida?
No basta con esperar que esa persona no vuelva a hacerse daño a sí misma o a los demás, es necesario ayudarla, reeducándola en el amor. Esta es la idea básica del Proyecto CEC (comunidad educativa con los presos) de la Comunidad Papa Juan XXIII y esto es exactamente lo que hacemos, por ejemplo, en la Casa Betania: acogemos a los presos que piden cumplir sus penas de forma alternativa, poniéndose al servicio de los demás y de la comunidad, con un único fin: enseñar el amor a sí mismos y a los demás(para descubrir esta realidad de primera mano puedes ver el servicio del programa "Le Iene" en la prisión alternativa).
Porque nadie es tan malo que no tenga nada bueno que dar a los demás.
Hoy en día hay más de 250 plazas reservadas para quienes siguen el camino propuesto por el método CEC, distribuidas en 7 CEC, así como en nuestras casas de familia y albergues en toda Italia. Además, ofrecemos apoyo y acompañamiento diario a los reclusos que están cumpliendo su condena en prisión.
No queremos ni podemos parar: en Italia el coste diario de un solo preso es de unos 150 euros, en nuestros centros de acogida es de unos 35 euros.
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