Me llamo Bruno y junto con mi mujer Tiziana somos el papá y la mamá de la Casa-Familia "Carezza di Dio" de la Comunidad Papa Juan XXIII de Mondavio (PU). Tengo 60 años y durante unos 15 años trabajé como farmacéutico, profesión que abandoné en 2005 para dedicarme por completo al cuidado de la Casa-Familia.

Me considero un hombre que ha recibido mucho de la vida, que estoy viviendo plenamente y más allá de mis expectativas. He elegido entregarme tan libremente como puedo y, aunque indignamente, llevo adelante con serenidad la pequeña obra de restitución y de justicia que el Señor me propone.

Como familia, estamos rodeados de tantas personas de buena voluntad que siempre nos han apoyado y nos siguen apoyando en este camino de compartir, y a las que quiero expresar mi más sincero y fraterno agradecimiento.