"Santa María" se creó en 2018 como un lugar seguro para mujeres en apuros que necesitan un lugar donde sentirse protegidas. Es el único en Shkodra y en toda la zona norte de Albania donde las jóvenes, mujeres y madres con hijos que han sufrido malos tratos, víctimas de la violencia doméstica o que han sido abandonadas por sus familias pueden vivir seguras, acogidas por la Comunidad Papa Juan XXIII durante todo el tiempo que necesiten.
"Santa María" es un Hogar donde cada mujer recibe un oído atento, apoyo psicológico y emocional y una familia como todas deben ser: un lugar donde puedan ser amadas y no sientan miedo.
El primer paso es ayudar a estas mujeres a superar el trauma sufrido y recuperar la confianza perdida, en sí mismas -convencerlas de que no son la causa de lo que les ha ocurrido- y en los demás. El apoyo psicológico es esencial para ello. Después, para que puedan reconstruir sus vidas, convertirse en protagonistas y creadores, les acompañamos por caminos de asistencia jurídica, acompañamiento a la educación para los niños y formación profesional para los adultos. Cada etapa se vive juntos, compartiendo, según el estilo de la Comunidad Papa Juan XXIII y siguiendo las necesidades y los tiempos de cada uno. Hoy, en la familia "Santa María", acogemos a tres familias con niños de seis meses a dos años.
Entre las muchas necesidades de estas familias está el transporte, que es una parte fundamental de la vida cotidiana. En algunas zonas de Albania no hay servicio de transporte público y somos nosotros, con nuestro coche, quienes les ayudamos a desplazarse de un lugar a otro y les proporcionamos más protección. Muchas de ellas necesitan que las lleven a los juzgados, a los hospitales, al médico de cabecera, a reunirse con sus familias o a llevar a sus hijos a la guardería.
Por desgracia, nuestro viejo Toyota de 2002, después de haber recorrido tantos kilómetros por diversas carreteras, incluso sin asfaltar, ya no funciona.
Entre los muchos gastos que tenemos, no podemos permitirnos comprar un coche nuevo, ¡pero si todos nos unimos podemos hacerlo! No pedimos un coche nuevo, incluso nos conformaríamos con uno usado, sino uno que nos dé seguridad y nos permita acompañar a las mujeres acogidas.
¡Ayúdenos con una donación! Hazlo ahora y multiplica tu ayuda creando tu propia recaudación de fondos personal para compartirla con tus amigos, aquellos a los que nunca podríamos llegar. ¡La red se expande, juntos alcanzamos la meta y abrimos el mayor número de vías posibles para que el nuevo minibús pueda llegar también gracias a tu aportación!