Los refugiados no son bienvenidos
Recaudación de fondos por Caterina Casadei
Hola, soy Caterina y en febrero decidí venir a Atenas como voluntaria de la Operación Paloma - Cuerpo de Paz Noviolento de la Comunidad Papa Juan XXIII.
Gente de todo el mundo pasa por Grecia, viajando por la tristemente célebre ruta de los Balcanes, todos deseando un futuro mejor para ellos y sus familias. La vida de estas personas se compone de esperas, largas y pesadas esperas, en campos fuertemente militarizados y físicamente aislados del resto de la sociedad, en condiciones de vida al límite. Ninguno de nosotros aceptaría jamás vivir en estas condiciones, pero esta es la acogida que les damos en la Europa democrática.
La Operación Paloma está a su lado, visita cada semana los campos de refugiados cercanos a Atenas, ofrece proximidad solidaria, pequeños momentos de vida cotidiana pasados juntos, hechos de escucha, de compartir, de humanidad.
Es difícil explicar el proyecto Colomba en pocas palabras porque nuestra actividad es inmaterial, estamos con la gente, simplemente, estamos ahí. El sentido de nuestro proyecto sólo se comprende plenamente cuando se está aquí, porque se encuentra en las sonrisas de las personas que te acogen en el campamento, en los numerosos mensajes que nos preguntan únicamente: "¿Cuándo vienes esta semana?
Aquí me di cuenta de que el idioma no es una barrera cuando se comparte, que la comunicación no son sólo palabras y que los niños sólo deben ser niños, no refugiados.
El sistema de acogida de refugiados en Grecia tiene inmensas lagunas e incluso las situaciones más frágiles quedan sin respuesta.
Los voluntarios de la Operación Paloma intentan ofrecer a estas personas la acogida humana que el sistema les niega.
Por eso quiero pedir a quienes puedan hacerlo una pequeña ayuda, para que podamos seguir garantizando nuestra presencia fuera de los campos.
Porque, ahora que estoy aquí, me doy cuenta de lo importante que es seguir estando allí, exactamente de esta manera.