Por la paz en Ucrania

Vuelvo a Ucrania. No sé cuántas veces he repetido esta frase en los últimos tres años. Al principio de la guerra, con la Operación Paloma, pasé varios meses en Lviv.Ahora vivimos en Mykolaïv y Kherson, donde la división pasa entre territorios ucranianos en parte controlados por el gobierno ucraniano, en parte ocupados militarmente por el ejército ruso. La motivación que me impulsó a marcharme la primera vez fue no dejar a la gente sola ante el demonio de la guerra; luego, cuando esas personas se convirtieron en rostros, historias y nombres entrelazados con mi vida, ya no pude fingir que no sabía a qué se enfrentaban. Como Max, de Mykolaïv, un joven de treinta y pocos años que coordina una asociación que excava pozos y purifica el agua porque ya no es potable en la ciudad; o Serghey y sus amigos de Kherson...Si pienso en los meses pasados en el sótano de Mykolaïv, junto a la pequeña comunidad que nos acogió, esperando a que cesara la lluvia de bombas. Si pienso en el año que pasamos en Kherson, prácticamente cada minuto bajo un bombardeo constante; en los días que pasamos moviendo escombros y compartiendo tiempo con las personas que decidieron permanecer en sus casas incluso en esas condiciones.Cuando pienso en todo esto, tengo claro que en este país, lo que se dice debe demostrarse con hechos: si dices que tu vida vale tanto como la de ellos, entonces también debes compartir con ellos los riesgos y la falta de futuro. En medio del metal de las bombas que explotan y matan, en contacto con quienes pierden el sentido de vivir y la posibilidad de un futuro, nos conmueve ver que hay quienes eligen seguir viviendo aquí, respondiendo a la violencia con solidaridad. Intentamos permanecer cerca de estas personas, apoyarlas concretamente (en la distribución de ayuda humanitaria y en pequeños trabajos de reconstrucción), pero sobre todo crear y mantener espacios de relación humana, creatividad y esperanza. "Muéstrame algo más fuerte que este odio que me congela, muéstrame cómo este amor puede liberarme, encuentra la forma de salvarme, dulce y fuerte como un manantial". Llega la primavera ¡Gracias por su apoyo!P.D.Para donaciones por transferencia bancaria IBAN: EN 04 X 03069 09606 100000008036 Dirigido a : Asociación Comunitaria Papa Juan XXIII - Actividades ONLUSEspecificando en el motivo del pago: 25R006 + Op. Colomba

Por la paz en Ucrania

Recaudación de fondos por Operazione Colomba

Vuelvo a Ucrania. No sé cuántas veces he repetido esta frase en los últimos tres años.

Al principio de la guerra, con la Operación Paloma, pasé varios meses en Lviv.

Ahora vivimos en Mykolaïv y Kherson, donde la división pasa entre territorios ucranianos en parte controlados por el gobierno ucraniano, en parte ocupados militarmente por el ejército ruso.

La motivación que me impulsó a marcharme la primera vez fue no dejar a la gente sola ante el demonio de la guerra; luego, cuando esas personas se convirtieron en rostros, historias y nombres entrelazados con mi vida, ya no pude fingir que no sabía a qué se enfrentaban.

Como Max, de Mykolaïv, un joven de treinta y pocos años que coordina una asociación que excava pozos y purifica el agua porque ya no es potable en la ciudad; o Serghey y sus amigos de Kherson...

Si pienso en los meses pasados en el sótano de Mykolaïv, junto a la pequeña comunidad que nos acogió, esperando a que cesara la lluvia de bombas. Si pienso en el año que pasamos en Kherson, prácticamente cada minuto bajo un bombardeo constante; en los días que pasamos moviendo escombros y compartiendo tiempo con las personas que decidieron permanecer en sus casas incluso en esas condiciones.

Cuando pienso en todo esto, tengo claro que en este país, lo que se dice debe demostrarse con hechos: si dices que tu vida vale tanto como la de ellos, entonces también debes compartir con ellos los riesgos y la falta de futuro.

En medio del metal de las bombas que explotan y matan, en contacto con quienes pierden el sentido de vivir y la posibilidad de un futuro, nos conmueve ver que hay quienes eligen seguir viviendo aquí, respondiendo a la violencia con solidaridad.


Intentamos permanecer cerca de estas personas, apoyarlas concretamente (en la distribución de ayuda humanitaria y en pequeños trabajos de reconstrucción), pero sobre todo crear y mantener espacios de relación humana, creatividad y esperanza.


"Muéstrame algo más fuerte que este odio que me congela,

muéstrame cómo este amor puede liberarme,

encuentra la forma de salvarme,

dulce y fuerte como un manantial".

Llega la primavera


¡Gracias por su apoyo!


P.D.

Para donaciones por transferencia bancaria

IBAN: EN 04 X 03069 09606 100000008036

Dirigido a : Asociación Comunitaria Papa Juan XXIII - Actividades ONLUS

Especificando en el motivo del pago: 25R006 + Op. Colomba

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5.000 €
La recaudación de fondos apoya el proyecto: Operación Paloma en Ucrania - 2025
Objetivo total del proyecto: 15.000 €

Desde marzo de 2022, la Operación Paloma está presente en Ucrania, primero en Lviv, Kiev y Odessa, y actualmente en Mykolaïv y Kherson. Apoyar la presencia de los voluntarios de la Operación Paloma significa no dejar solas a las personas más frágiles de los territorios afectados por conflictos y apoyar concretamente los esfuerzos de quienes quieren responder solidariamente a la violencia.

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